lunes, 2 de noviembre de 2009

Monchito Retuerca y la ética…


Iré al grano, esto es un blog y no hay ganas de leer (no como la aficionada de Lucinda que no resume)


Pues claro coño que te doy mi bollycao!!!
Respuesta estandarizada de Monchito Retuerca a la hora del patio, “por que coño nunca me devuelven los cromos” (pensamiento interno) en esa época contaba doce años de edad y tenía colgada en la frente la etiqueta de “Panoli” del curso del 81 del instituto publico Ruiz de Casanofa 5º de EGB.

Monchito retuerca fue dotado de brazo palos, cara grano y cara memo, por la santísima gracia de la providencia y por la genética basada en unos padres poco agraciados que se follaron de forma impulsiva en el lavabo del Honky town en un concierto de Rita Claver, desembocando en el embarazo imprevisto de ella y la esfumación fantasmagórica de el.

Toda mi puta vida comiendo mierda…toda la puta vida, estas frases fueron el eco de su infancia a la que no podía más que reprochar que el carácter humano olía a mierda y que cuanto le gustaría ser “chuacheneger” por un día para ajusticiar a tanto hijo de puta sobre-dimensionado.

Pero cuidado y escondan las lastimeras!, queridos lectores, Monchito Retuerca no era un simple mierda, Monchito nunca dejó que la vida le cobrase mas de una ronda, y a costa de bollicaos en la infancia, bocata chóped en la adolescencia y 5 pavos día en la primera juventud, consiguió su título de ingeniero de caminos, destacándose tremendamente en su linaje al ser el segundo primogénito en llegar a los 20 sin entrar en prisión, el primer licenciado de su familia y el único con el culo intacto. (Remontándonos a la época
PRE-Isabelina)


Monchito comió una cantidad espantosa de pollas y vejaciones hasta llegar al puesto que le encumbraría como el “hombre que…”.
Técnico de campo en “obras públicas descomunales S.A” compañía recientemente privatizada que igual te montaba los muebles de Ikea que 50.000 kilómetros de autopista en Pekín, cotizada en el ibex 35 y sponsor de la mayoría de los BMW X5 llenos de putas rubias de los alcaldes de algunos municipios nacionales (que nos contamos no?).

Monchito enfoco todo su existencia a ser alguien, algo más que un loser malformado, el mal olor de la mediocridad lo tenía impregnado en las fosas nasales desde que le quitaron los pañales, y no era su propia mierda, así que activó el 120% de su materia gris para ser el mejor y más ingenioso en su tarea, Monchito no solo proyectaba y coordinaba, si no que ponía todos los sentidos en entender cada movimiento que fuera estratégico en su negocio.

Y así lo hizo.

En 2001 en la obra del tren de alta velocidad Carabanchel alto- Riudellots de la selva, encontró lo que debería ser la piedra filosofal de un futuro prometedor.




Por que todas las Obras públicas tienen una desviación fija a la baja de un 6%?
Ese 6% amigo mortal, es un nada en nuestra existencia, pero el equivalente en un proyecto de este calibre a “un pastón que te cagas”
Monchito encontró la respuesta, los muertos!.

No los tuyos ni los míos, si no la cantidad de inmigrantes mal contratados que les daba por morirse en este tipo de obras.

Monchito tiró del hilo y se empapó de tipos y tamaños de obra comparándolos obsesivamente con el número de muertos, joder si la regla era clara.

Un muerto por cada millón de euros invertido.
Esos cabrones eran los que le hacían perder un 6% constante.

Así Monchito pudo preveer el coste del cemento, la hormigonera, los IRPF y la cantidad de fiambre que generaría una obra según su coste bruto, preverlo y ser un 6% más rentable que sus homólogos.

Son obras fueron el Golden award en eficiencia.
Sus muertos nunca hicieron ruido, la ventaja de preverlos es que las indemnizaciones salían a la velocidad del rayo lo que tapaba muchas bocas.
Sus costes en seguridad y prevención bajaron un 8%, de todas formas iban a morir así lo decía la estadística.

Monchito hoy conduce un BMW X5 y folla con las altas esferas de la prostitución española.

Su cocaína es de las mejores.


Pero como crees que tiene la conciencia?

Calamardo.